Una levada excelente que comienza en selsítio de los Lamaceiros, en Porto Moniz. A lo largo de sus 13 kilómetros de extensión, la levada conduce a sus caminantes hacia el interior único de valle de la Ribeira da Janela.

Por el camino surgen varios túneles que a pesar de ofrecer experiencias únicas y diferentes no dispensan su atención. El piso dentro del túnel podrá estar resbaloso y las rocas del techo podrán estar un poco desniveladas o podrán existir también algunas caídas de agua. Se recomienda que lleve una linterna, un impermeable y protección para la cabeza.

Disfrute de los paisajes fantásticos que van apareciendo, complementados con la fauna y flora única de la Isla de Madeira.

En el final del recorrido surge la madre de la Ribeira da Janela. Una visión fantástica donde predominan las grandes rocas que pintan el paisaje con un suave y agradable todo gris claro. Entre ellas fluye el agua pura y cristalina, formando varias lagunas.

Aproveche para relajar y descansar un poco las piernas. Haga un picnic para recuperar las fuerzas y, si le provoca, nade un poco en las lagunas para refrescar el cuerpo y la mente.