Al inicio de la bajada hacia la casa del Rabaçal se encuentra, a la derecha, la entrada para este magnífico recorrido. Es un corto trayecto, con cerca de 3km accesible a cualquier persona, donde es posible deleitarse con los fantásticos paisajes sobre el Rabaçal, a medida que se avanza en el camino.

Hasta llegar a la madre de la levada, el caminante puede admirar la vasta vegetación compuesta, sobretodo, por la Urze y la Uveira da Serra, así como diversas especies de la fauna y flora local, de las cuales se destacan las aves y las vacas.

Aproveche el paseo para disfrutar de las lindísimas lagunas y caídas de agua, que van surgiendo a lo largo del recorrido, destacándose la maravillosa Laguna Dona Beja, con una cascada que alimenta la Lagoa do vento.

Aproveche este deslumbrante local para relajar, tomar una merienda o dar un refrescante chapuzón antes de volver, por el mismo camino.